Éstos últimos días los estoy disfrutando que da gusto.
El jueves por fín¡¡ entregué proyectos y construcción, fue una noche sin dormir apenas, agotadora y una mañana en la que me resistía a abrir los ojos en clase del cansancio.
A las 9 empezaba la sección de correcciones que duraba hasta las 13:00, bastante mortal teniendo en cuenta que prácticamente nadie había dormido. La entrega consistía en pinchar nuestros paneles de proyecto en la pared y de 4 en 4 personas los íbamos contando en un minuto y medio para luego escuchar las correcciones y debate a que incitaban los profesores, muy interesante... si no hubiera sido por el cansancio general. Así que para conseguir mantener mi atención y no dormirme me puse a dibujar una perspectiva a la vez que escuchaba.
Tras esas cuatro horas llegué a casa y me eché la siesta de mi vida, de 3 horazas y me levanté con una pereza increíble, al final me fui a cenar con unas amigas y según hablaba con ellas estaba tan desorientada por la larga siesta que no sabía si la entrega había sido ese día o el anterior... jajaja
El día siguiente, es decir, ayer, lo dediqué a relajarme y qué mejor manera que hacer mi primera acuarela de las vistas que hay desde mi casa hacia la sierra de Madrid y hacia un campo lleno de enormes encinas y cardos borriqueros. Por él pasan muy a menudo las ovejas así que a ver si las pillo un día de éstos y puedo dibujarlas también.
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